3 ¿Es posible que una persona racional crea en los milagros?

3 ¿Es posible que una persona racional crea en los milagros?

Eduardo:

Está bien. Te concedo que por lo menos algo de lo que dices tiene sentido. Me he dado cuenta de que hay más que considerar que pensaba hace poco – o sea, la existencia de Dios, o un diseño, o las consecuencias si tú tienes la razón y yo no.
Todavía quisiera dedicarme más tiempo a pensar en si hay un Dios, ¿quién es? Pero mientras tanto, te haré otra pregunta que hace tiempo me ronda la cabeza. Y es que si existe un Dios cómo es posible que Él pudiera, por decirlo de alguna manera, intersectar con la “dimensión tiempo/espacio” y hacer todo tipo de milagro. Eso me cuesta trabajo creerlo. Por ejemplo, qué Moisés partió el Mar Rojo, qué Jesús caminaba sobre el agua, y por supuesto, el asunto de la resurrección. En una ocasión Juan y yo hablamos de la resurrección, precisamente. En concreto, mi pregunta es: ¿Cómo es que una personal racional, razonable y con un trasfondo científico… Cómo puede una persona así empezar a creer que existen los milagros?

Rafael:

A ver, EDUARDO, déjame ver si entiendo tú pregunta. ¿Tú encuentras poco probable que si es que existe un Dios, Él pudiera intervenir en la historia de la humanidad para hacer unos milagros o que los haya hecho en el pasado?

Eduardo:

Sí. Esa es mí pregunta.

Rafael:

Tengo una anécdota que puede ser útil para responder a tu pregunta. Pero para que esta anécdota funcione, hay que imaginar que todos los personajes involucrados pueden hablar…

Eduardo:

A ver, cuéntame. Parece interesante

Rafael:

Se trata de una flor, un perro, un hombre y Dios….
Pues un día la flor y el perro están juntos en el campo, y el perro le dice a la flor: ¡Qué calor! Me voy a poner a la sombra.’ Y la flor le dice: ‘¡Pero si no puedes ponerte a la sombra! Hay que florecer donde se ha sido plantado.’ El perro le contesta: “Estás loca. ¡Mira esto!” Y el perro se echa a la sombra.
La flor dice: ‘¡Caramba! ¡Qué milagro!’
Pues sí, habría sido un milagro que la flor se pusiera a la sombra, pero que lo hiciera el perro no era ningún milagro.
Un poco más tarde, el perro oye a su amo que le llama, y el amo le dice que van a ir de cacería. El perro empieza a mover el rabo de contento, y el hombre le dice: ‘Bueno, pero antes de salir, voy a echar un vistazo al periódico para ver qué tiempo va a hacer hoy.’ El perro responde: ‘¡Pero si de un trozo de papel no se puede averiguar nada!’
El hombre le contesta: ‘¡Claro que sí!
Pues por una vez la predicción meteorológica acierta, y el perro se queda completamente asombrado.
Y dice:’¡Caramba! ¡Qué milagro!’
Bien, pues de nuevo – habría sido un milagro que leyera y entendiera algo el perro, pero que lo hiciera el hombre no era ningún milagro.

Eduardo:

Creo que tengo una idea de hacia dónde vas con esto.

Rafael:

Así que están los dos de cacería, y el hombre dispara y mata a un pato. El pato cae al agua pero el agua está helada. Así que el hombre y el perro empiezan a discutir quién va a ser el que se moje y recoja el pato.
Entonces de repente, aparece Dios, y les dice: ‘No hace falta que se moje ninguno de ustedes dos. Yo caminaré sobre el agua y recogeré el pato.’
El hombre le dice: ‘¡Pero no puedes hacer eso! Tú no puedes caminar sobre el agua.’
Y Dios le contesta: ‘Ah, ¿sí?’
Va caminando sobre el agua, recoge el pato, y el hombre dice: ‘¡Caramba! ¡Qué milagro!’
Bueno, hubiera sido un milagro si el hombre caminara sobre el agua, pero no que Dios lo hiciera.

Eduardo:

Capto lo que dices. Lo que parece ser un milagro para uno, puede ser una ocurrencia común y corriente para otro.

Rafael:

Sí. Si existe un Dios, quien creó el agua -y de hecho, todo lo que hay en el universo- entonces Él pudiera caminar sobre el agua si quisiera y no sería ni difícil ni sorprendente que lo hiciera. La clave es que si hay un Dios que puede actuar, entonces sus actos son, tanto posibles, como razonables.
La pregunta clave es ¿existen evidencias de alguna actividad milagrosa que en realidad haya sucedido? Todos somos escépticos en cuanto a algunos informes de milagros, pero ¿queremos saber si por lo menos uno está sustentado en una base creíble?

Eduardo:

¿Podrías proporcionarme un ejemplo de un milagro que haya sucedido de verdad?

Rafael:

Bueno, para mí, Eduardo, el argumento a favor de los milagros se encuentra en las evidencias de la resurrección de Jesucristo. Hace un poco más de 100 años hubo un profesor, Simon Greenleaf, experto en evidencias judiciales de la famosa universidad de Harvard. Él era un escéptico muy ferviente. No creía en la resurrección de Jesucristo. Así que algunos de sus estudiantes que creían en Dios lo desafiaron para que investigara el incidente histórico utilizando su destreza y sus conocimientos académicos. Eduardo, entonces, él aceptó el desafío, hizo la investigación y, como resultado, dio un giro de 180 grados, y llegó a ser un seguidor apasionado de Jesús.
Así que un hombre brillante, entrenado y experto en el campo de evidencias jurídicas y escéptico, que NO QUERIA que la resurrección fuera verdad, finalmente llegó a creer que ella ocurrió sin ninguna duda.
Ahora, ¿será que el cambio de postura y creencia de este profesor pruebe que ocurrió la resurrección porque él lo cree? En sí, NO. Pero sí indica y demuestra que hay una gran cantidad de evidencia que muchas personas -creyentes en Dios inclusive- NUNCA han examinado. Por mi parte, desafiaría al escéptico honesto a ponerse a investigar objetivamente las evidencias a favor de la resurrección de Jesús.

Eduardo:

Me parece razonable leer e investigar algo por mí mismo. ¿Dónde empiezo a buscar esta evidencia? ¿Me toca leer la Biblia o puedo encontrarla en otras fuentes?

Rafael:

Eduardo, la Biblia es la fuente primaria, por supuesto. Pero hay otros libros que te pueden presentar y resumir las evidencias en una forma muy accesible. Por ejemplo, el autor Lee Strobel escribió El Caso de Cristo, que puedo recomendarte ampliamente. Tiene cuatro capítulos enfocados específicamente en la resurrección. Además, hay otros capítulos que examinan la confiabilidad de los testigos oculares que relataron lo que vieron.
Otra muy buena fuente es Evidencia que demanda un Veredicto, escrito por Josh McDowell. Si recuerdo bien tiene unas 70 páginas que explican y resumen las evidencias de la resurrección de muchas fuentes de la antigüedad.

 

Acabas de escuchar la versión resumida.
Sin embargo Eduardo y Rafael han tocado otro temas muy relevantes, te invito a escuchar el dialogo extendido.