5 La Biblia - ¿Mito o historia?

5 La Biblia: ¿mito o historia?

Eduardo:

¿Qué tal si pasamos a otro tema? Te dije que iba hacer una pregunta tras otra en forma muy rápida. Lo que quiero saber ahora es en cuanto a la Biblia. ¿Quién escribió la Biblia? ¿Qué hay escrito en la Biblia? Hay gente que dice que la Biblia es inspirada por Dios, que es “La Palabra de Dios”, pero ¿será realmente inspirada? ¿Será siquiera buena historia? ¿Cómo sabemos que no es nada más que una colección de mitos, leyendas y cuentos de hadas?

Rafael:

Empezamos con que la Biblia afirma por sí misma ser la Palabra de Dios. Pero cualquiera puede afirmar algo. Estoy de acuerdo contigo en que estas afirmaciones deben estar apoyadas con evidencias e integridad. Creo que hay dos cuestiones clave. En primer lugar: ¿Se puede confiar en la Biblia? Y, en segundo lugar: ¿Es inspirada?

Eduardo:

Y ¿existe una diferencia? ¿No son la misma cosa?

Rafael:

Creo que existe una gran diferencia. Un libro podría ser fidedigno, confiable, pero no inspirado.

Eduardo:

De acuerdo.

Rafael:

Para empezar, la arqueología ofrece mucha evidencia que apoya la confiabilidad de la Biblia como un documento histórico. En los últimos 150 años la cantidad de evidencias, de documentación arqueológica, ha aumentado enormemente a favor de la precisión histórica de la Biblia. Por ejemplo, cuando la Biblia menciona una época, o lugar o un evento en la historia, hay una correlación muy cercana con la Biblia. Nelson Glueck, uno de los arqueólogos más famosos y respetados, escribió que JAMÁS ningún descubrimiento arqueológico ha controvertido algo afirmado por la Biblia.
Por ejemplo, años atrás, en el siglo 19, los críticos de la Biblia decían que “la Biblia habla mucho de los Hititas, pero nadie sabe nada sobre ellos”. Ahora, gracias a la arqueología, tenemos acceso a todo el contenido de una biblioteca hitita – descubierto hace como cien años – con miles de escritos en tablillas de barro. Así es posible que comparemos la historia de la antigüedad, la arqueología y la Biblia. Y la Biblia siempre sale respaldada en estas comparaciones. Además de esto, tenemos acceso a miles de manuscritos bíblicos (copias de alta calidad), que nos proveen una base sólida y confiable de concluir que lo que tenemos es lo que ellos escribieron.

Eduardo:

Pero ¿cómo puedes estar seguro de esto? ¿No has jugado nunca al “teléfono roto”, en el que una persona susurra al oído de otra y así sucesivamente hasta que todos reciben el mensaje? Y resulta que el último que lo hace, lo recibe completamente diferente a como lo recibió el primero. O sea, han copiado la Biblia durante miles de años, ¿y quieres que yo crea que la misma no ha cambiado sustancialmente?

Rafael:

Podemos tener este nivel de seguridad por la calidad y la cantidad de la evidencia de los manuscritos que poseemos. Por ejemplo, hubo un gran descubrimiento arqueológico en 1947 con los rollos del Mar Muerto. Estos rollos contienen una copia de todos los libros del Antiguo Testamento, menos de uno. La fecha de la copia más antigua previa a los rollos del Mar Muerto es de 1.500 años después de que fue escrita. En cambio, los rollos del Mar Muerto datan de entre 500 y 600 años después de los originales. Pero cuando comparamos los manuscritos de 1.000 años de diferencia, la correspondencia entre los dos es contundente. De hecho, los estudiosos en este campo hablan en términos irónicos de tener “una vergüenza de demasiada riqueza” cuando se trata de la evidencia de los manuscritos bíblicos comparados con otras obras de la antigüedad, las cuales nadie cuestiona.

Eduardo:

Bueno, pero aunque la Biblia reportara la historia con precisión y aun si fuera copiada con exactitud, ¿Qué te hace pensar que fue inspirada por Dios?

Rafael:

Empecemos con que la Biblia tiene una tremenda diversidad en términos de composición y autores. Fue escrita durante un período de unos 1,500 años por 40 autores diferentes que trataron una gran variedad de temas en tres idiomas originales. Sin embargo, hay una asombrosa armonía y unidad; una consistencia temática a lo largo de toda la Biblia. Entonces se vuelve una cuestión de cómo explicar esta combinación de armonía y unidad cuando hubo tal diversidad de composición y autores. Yo creo que la respuesta más lógica y creíble es la que da la Biblia misma: que existe un Dios que supervisó lo que ellos escribieron.

Eduardo:

Pero, ¿cuál es esa unidad de la Biblia de la que hablas? ¿Cuál es este tema central?

Rafael:

Creo que la consistencia temática de la Biblia, de principio a fin, radica en lo siguiente:
Que hay un Dios que nos ama y que Él es un ser perfecto.
Que ninguno de nosotros, los seres humanos, alcanza siquiera a cumplir con Sus requisitos.
Que por ende, todos merecemos estar eternamente separados de Él,
Pero que nos amó tanto que planeó y preparó un sacrificio que haría posible nuestro perdón.
Las escrituras hebreas (lo que en cristianismo se llama el Antiguo Testamento), anticipan la venida de un Mesías que se ofrecería a sí mismo como el último sacrificio. El Nuevo Testamento, por su parte, es como un espejo retrovisor que mira hacia atrás este sacrificio en el momento más importante de la historia de la humanidad.

Eduardo:

Tengo que reconocer que hace tiempo no asisto con frecuencia a la iglesia, pero las veces que lo he hecho no recuerdo haber oído hablar mucho de ese tema. ¿Tienes otras evidencias de que Dios haya inspirado la Biblia?

Rafael:

Sí. Y creo que esto te va a interesar. Es el tema de las profecías cumplidas. En las escrituras hebreas hay unas 70 predicciones mayores solo en cuanto a la venida del Mesías, además de muchas otras predicciones en otras áreas. Y estas profecías se anunciaron con una anticipación de 500 y hasta de 1.500 años antes de su cumplimiento. Con todo, se cumplieron al pie de la letra.
Hay un autor que calculó las probabilidades de que todas estas profecías se cumplieran al azar. Explicó que si uno llenara un área del tamaño del Estado de Texas con medio metro de monedas, tomara una moneda y la marcara con una “X” azul, y luego mezclara todas las monedas: ¿qué probabilidad habría de seleccionar la moneda marcada con la “X” azul en el primer intento?

Eduardo:

Ninguna. Eso es imposible.

Rafael:

Exacto. Y esta es la misma probabilidad de que solo un puñado de estas profecías se cumpliera al azar. No tiene sentido. Pero lo que sí tiene sentido es que existe un Dios, que está fuera del tiempo y del espacio, que supo qué iba a pasar y dirigió a los profetas en sus declaraciones. Y esto es precisamente lo que dicen los autores bíblicos. Estas son algunas de las razones por las que creo que la Biblia no solo es precisa sino también es la palabra inspirada de Dios.

Acabas de escuchar la versión resumida.
Sin embargo Eduardo y Rafael han tocado otro temas muy relevantes, te invito a escuchar el dialogo extendido.