Otra pregunta – y creo que esta pueda ser una de las más difíciles para ti.
Está bien. Dime.
Hay muchas personas – como tú -, que creen en la Biblia y por ende también creen en Dios. Afirman que ese Dios es TODO AMOR y TODOPODEROSO. ¿Cómo explicas todo el sufrimiento que hay en el mundo? Si Dios es todo eso tan bonito, ¿Cómo podría desear que hubiera sufrimiento? ¿No podría un Dios Todopoderoso frenar o eliminar el sufrimiento? ¿Cómo es que Dios permitiera que Hitler matara millones de personas inocentes? O, hace unos años, ¿Por qué permitió que un Tsunami matara más de 200,000 personas? ¿Por qué permite que niños inocentes sufran?
Concedo tu punto de la aparente injusticia, Eduardo, y estoy de acuerdo en que esta es en la historia de la humanidad una de las preguntas más complicadas de responder. En realidad NADIE tiene una respuesta que satisfaga completamente a TODOS. Durante toda la historia, las tres grandes cosmovisiones (Panteísmo, Ateísmo y Teísmo) han intentado responder a esto, que es algo así como un “dilema humano universal”.
Por ejemplo, el Ateísmo dice: “Así puedes resolver tu inquietud. Sí hay sufrimiento pero no hay Dios”. Sin embargo, el Ateísmo no responde adecuadamente cosas como: ¿cuándo y cómo se formó el universo? ¿De dónde vinieron la vida y el orden en el universo? ¿Por qué hay una ley moral dentro de cada uno de nosotros? etcétera. El Ateísmo no ofrece NINGUNA ESPERANZA en cómo manejar el sufrimiento. Nos dice, en efecto: “la vida es una porquería y después te mueres”. Tampoco hay esperanza de significado en esta vida, ni de solución a ninguna hora y en ningún lugar. Así que, en mi opinión, las respuestas del Ateísmo dejan mucho que desear tanto intelectual, como personalmente: nos dejan vacíos.
¡Uy! Tengo la ligera impresión de que no escogerías la opción atea. ¿Qué dice el panteísmo al respecto?
La perspectiva del Panteísmo es que DIOS es TODO y TODO es DIOS. Así que el Panteísmo se ve forzado a tomar la posición de que DIOS ES REAL; de hecho, DIOS ES TODO y, como consecuencia, la Maldad y el Sufrimiento tienen que ser UNA ILUSION. Tu solo te imaginas que estás experimentando el dolor y el sufrimiento. Y la verdad sea dicha: para nadie el dolor y el sufrimiento son IMAGINARIOS. Esta perspectiva falla miserablemente como una cosmovisión buena. Nuestra experiencia nos dice que el sufrimiento es muy real, no imaginario. Y por eso me parece que tanto el Ateísmo como el Panteísmo tienen insuperables problemas intelectuales, y que ni el uno ni el otro proveen esperanza alguna o ayuda en la experiencia del sufrimiento.
Ahora quiero saber cómo responde el Cristianismo ante este problema. Y hasta ahora veo que el Panteísmo no parece ofrecer ayuda. Y el Ateísmo puede ser la última opción, pero tenemos problemas serios con el Ateísmo pensando en la respuesta a la primera pregunta que tuve. Así que, ¿Cuál es tu perspectiva? Dime ¿cuál crees tú que sea la respuesta al por qué sufre la gente?
Mientras el Ateísmo afirma que Dios es una ILUSION y el Panteísmo dice que el sufrimiento es ILUSION, el Teísmo (y el Cristianismo en particular) afirma que los dos, es decir, tanto Dios como el sufrimiento, son REALES.
Si es así, ¿de dónde vino el sufrimiento?
Déjame describirte el cuadro que pinta la Biblia. Primero, hay un Dios amoroso que creó seres a su propia imagen y semejanza, otorgándoles también el libre albedrío, o sea, la capacidad de tomar decisiones morales. Luego narra en los primeros capítulos del libro llamado “Génesis”, la historia de Adán y Eva – y ahí viene la explicación. La Biblia indica que NUNCA fue el diseño ni el plan de Dios que hubiera maldad y sufrimiento. Él puso a los seres humanos en un medio ambiente libre de sufrimiento, y luego les dio la habilidad de escoger si lo seguirían y amarían. Se les dio la oportunidad de decidir pues, sin una decisión libre no puede existir el amor.
HMMM
Ellos tomaron una decisión, se rebelaron contra Dios y experimentaron las consecuencias sobre las cuales Él les había advertido: un mundo caído con maldad, sufrimiento y dolor. Y así vivimos en él ahora, no en el mundo en el estado en el que Dios originalmente creó para los humanos.
La buena nueva es que ese mismo Dios, quien nos ama, quien no quería ver pasar lo que pasó, proveyó la solución a este problema. Por Su amor para con nosotros. Él decidió venir a la tierra y sentir el mismo dolor y sufrimiento.
La razón por la cual vino Jesús, el Hijo de Dios, fue la de padecer una muerte sumamente cruel en la cruz. Y lo hizo con el propósito de pagar la pena, el castigo nuestro por las malas decisiones y pecados, para luego ofrecernos perdón basado en su pago por el pecado en la cruz. Llegando a este punto, ahora nos da la opción de admitir la verdad en cuanto a nuestras fallas y fracasos, y sencillamente aceptar la oferta del regalo que nos ofrece.
Si lo aceptamos, él nos promete pasar la eternidad con Él en el Cielo (un lugar en el que no hay lágrimas, ni tristezas ni sufrimiento). Y aunque no nos promete una vida libre de dolor ahora en la tierra, sí nos promete ayudarnos a manejar los problemas que tenemos entre el presente y el día que lleguemos al Cielo. Y lo mejor de todo es que podemos anticipar con gozo la promesa de estar con Él en el Cielo.
